
Me pregunto què es lo que hace tan bellos a unos delicados piès femeninos.Porquè muchos nos excitamos al contemplar su indefensa desnudez, su coqueterìa armada de esmaltes y sandalias, o la absoluta y limpia belleza de la piel perfecta ?
Aunque me gusta el cuerpo todo, encuentro en ellos esa armonìa perfecta entre la fràgil estructura que los conforma y su formidable trabajo de soporte, muchas veces de pesos excesivos. Ellos son remate excelso de unas sinuosas piernas y su sencilla humildad nos mantiene tan aterrizados .... tan sabedores de nuestra dèbil condiciòn de criaturas imaginativas y hedonistas....
Los pies femeninos, menudos,lisos, con deditos redondeados en blancuras de alabastro o suaves tonos canela que incitan al beso y a la gentil caricia.Me gusta verlos entrar en la arena de la playa, acariciados por suaves y tibias olas de cangrejo, o, adentrarse desnudos y audaces en el mullido tapete, cerca de la chimenea caliente y el lecho donde seràn adorados de algùn exquisito modo.
Detesto los climas frìos donde se ven obligados a esconderse, cubrirse con medias y zapatos y padecer apretones sofocantes. Me violenta su involuntaria desapariciòn por causas lògicas y frìas.
Los pies bellos han sido creados para ser mostrados, exhibidos y exaltados. Ninguna mujer estarà desnuda si no està descalza y ninguna còpula sin su gentil intervenciòn serà completa y plena. Ellos son sìmbolo de silvestre humildad e inocencia, interesante ingrediente eròtico.
Prueba de ello son los zapatos cuasi transparentes, abiertos , que exhiben su perfecta desnudez constituida casi en un reclamo, acaso aderezada por delicados matices de color sobre las uñas o bellas joyas de piedras engarzadas en los deditos incitantes y perfectos.
Gracias a natura por dotarnos de percepciones singulares , de sensibilidad aguda y gusto por la belleza sintetizada en cada centìmetro de piel, en cada pliegue y redondez.