Reivindicaciòn de la lujuria. Justicia del deleite como expresiòn de libertad.Divagaciones, carnalidades, intuiciones del horizonte distinto....sin pecado, pletòrico de posibilidades còmplices, prometedoras.atrayentes...
Monday, October 09, 2006
EL ORIGEN DE UNA EXPRESION
Se trata de la muy conocida frase " Sin pelos en la lengua".
La historia se remonta a èpocas lejanas, en algùn oscuro y antiguo reino . El principe regente, un guerrero haragàn y lascivo, tenìa loca predilecciòn por la felaciòn y habìa llegado a tal extremo su vicio que la ùnica relaciòn corporal que mantenía con su esposa legìtima era de esta ìndole y con frecuencia cotidiana. La princesa Nastia, que por problemas comprensibles para su època habìa perdido completamente su dentadura, era la felatriz ideal. Joven aùn y con no poca belleza corporal, excitaba al principe a la lujuria desenfrenada...que este desahogaba en la desdentada cavidad bucal de su obediente mujer.
Es de anotar que Nastia, de naturaleza frìgida y tendencias mìsticas, detestaba cumplir con su sagrado deber, màs aùn si tenemos en cuenta que nuestro principe guerrero no era muy inclinado al aseo personal y sus baños eran realizados en fechas especiales, no muy cercanas entre sì.
Cansada de trasegar el principesco licor diariamente y al borde de la histeria causada por la repugnancia Nastia urdiò un sòrdido plan, juiciosamente apuntalado por el capellàn de la corte, un pederasta insaciable que, valido de su influencia cortesana, conseguìa hacer suyos a los màs apetitosos mozuelos del contorno. Con el plan elaborado se presentò ante su marido ,junto con el cura y su monaguillo de cabecera. En aras de preservar la moral del reino, decìa en su proyecto escrito en linda caligrafìa gòtica, se prohibìan en el paìs las pràcticas sexuales irregulares, esto es, aquellas que no tuvieran intenciòn reproductiva.
La dama enardecida en su discurso despotricò contra los transgresores de natura y el hipòcrita sacerdote la aplaudiò con entusiasmo. El principe la escuchò en silencio y aparente admiraciòn. Terminada la exposiciòn de la nueva ley la princesa Nastia explicò que para asegurar el cumplimiento de la norma se instituìa una nueva profesiòn: el inspector de lenguas y esfìnteres. La inspecciòn debìa ser diaria y una boleta se expedirìa haciendo constar que la portadora no tenìa pelos en la lengua ni residuos concupiscentes en otras latitudes.
El rey los miraba serio y ensimismado. Se interesò por la bella caligrafìa y la inteligente redacciòn del documento: el sacerdote los reconociò orgullosamente como suyos y esperò la recompensa. En cambio el principe lo hizo tomar preso y conducir a las mazmorras para una conveniente recuperaciòn ideològica a travès de la tortura. Fuè enfàtico con el verdugo para que lo conservara vivo y sufriendo por un largo perìodo al final del cual lo hizo empalar en la plaza pùblica y descuartizar por cuatro caballos que halaban en direcciones opuestas, antes de lo cual fuè leìdo un bando real en el que se hacìa constar que el infeliz diàcono no tenìa pelos en la lengua pero sì sospechosas manchas pegachentas en el perineo.
Para su pesar y desasosiego, la ilustre princesa Nastia fuè consagrada en ceremonia religiosa solemnìsima celebrada por obispos reverendìsimos y otros dignatarios como "Gran Felatriz Real" y su titulo se hizo hereditario a sus descendientes fèminas. Ella siguiò cumpliendo con sus deberes como compañera del gran guerrero por otro largo perìodo hasta cuando, presa de la locura, decidiò asesinarlo por envenenamiento. Pero eso ya es otra historia. Por ahora bàstenos saber que los cortesanos acogieron regocijados la nueva expresiòn "Sin pelos en la lengua" y bromeaban a escondidas sobre Nastia y su cotidiano biberòn de carne con sabor a requesòn maduro.
La expresiòn tomò arraigo y se conserva hasta nuestros dias, cambiando en mucho el significado ,ya que hoy al usarla nos referimos,casi siempre, al valor civil de una persona al decir verdades que pueden ser riesgosas.Los que no tienen pelos en la lengua son temibles para los hipòcritas y los que habitualmente encuentran cabellos crespos entre sus dientes, lengua, encìas o paladar son considerados por los castos como felones irredentos.
Volveremos muy pronto con nuevas aportaciones linguisticas , para satisfaciòn de ustedes y , naturalmente, mìa.
Angelitamala.
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