DOLOR Y PLACER
Que delicioso contubernio. Que substanciosa esencia del vivir.
Ella, gentil receptora de la cortante daga
Invoca la inconmensurable angustia de ser poseida
-profundamente penetrada-
...horadada por las ondas salvajes
de la electricidad corpòrea
que la hacen naufragar en secreciones ardientes
dulces y pequeños rios
de aceites feromònicos y lùbricos.
Puede un rostro ser màs expresivo
una boca mostrar màs ansiedad
a la espera del delicioso castigo
mientras todos los reductos del recato
son sometidos abrumadoramente
por esa convicciòn animal y salvaje
que nos transforma en esclavos y amos simultàneamente.
Suspiros ansiosos
jadeos ululantes
cesiòn toda de la razòn ante la inspiraciòn que no admite palabras.
La duda puede trastornar esta evanescencia de la sinrazòn
y convertir el admirable momento
en un minuto perdido
en una nueva làstima
....o... en un recuerdo imborrable
una ganancia de la experiencia:
Algo que se sigue disfrutando a travès del tiempo.
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